
Es crucial que cuando se denuncien o se detecten infracciones a las políticas y los procedimientos anticorrupción de la empresa éstas sean abordadas para demostrar el compromiso de la empresa con la tolerancia cero a la corrupción.
Los procesos efectivos para el tratamiento de las infracciones también ayudan a las empresas a evitar consecuencias negativas de parte de las autoridades y cualquier daño a la reputación de la empresa. El tratamiento de las infracciones identificadas debe considerar las siguientes etapas:
Preparación de respuesta
- Para atender adecuadamente las infracciones, las empresas deben establecer una política disciplinaria clara y transparente, que garantice que las infracciones son abordadas de manera justa, intencionada y responsable.
- Esta política debe ir dirigida a todos los empleados y socios comerciales relevantes y debe contener un catálogo de sanciones; lineamientos sobre los procedimientos y las responsabilidades; y la posibilidad de apelar las decisiones.
Respuesta a las infracciones
- Siempre que se detecte una tentativa de infracción o una falta cometida, las empresas tienen que responder inequívocamente de conformidad con sus políticas disciplinarias: aplicando sanciones a sus empleados y socios comerciales (de ser pertinente); notificando a las autoridades internas y externas; y definiendo acciones de reparación.
Notificación de infracciones
- Las infracciones graves de los empleados deben ser difundidas en toda la empresa, garantizando que todos los departamentos pertinentes estén al tanto de la violación.